En el bar con Cupido…

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Era una noche como cualquier otra, tranquilo en la casa leyendo cuando de pronto suena el teléfono y es un barman amigo mío de un tugurio en Caracas que me llama y me dice “Hermano, te tengo la entrevista que esperabas… adivina quien vino despechado a  la barra? Cupido en persona!! Vengase ya!!”

Presto y emocionado, me dirigí a tan interesante encuentro…

 

Una entrada lúgubre, un local de esos que pueden deprimir hasta a un vendedor de Herbalife súper motivado! Toqué tres veces la puerta de madera un tanto roída por el desgaste y me abrió una “linda” anfitriona (en realidad parecía que la hubiesen despertado de entre los muertos con un palero en lugar de haberla contratado con un anuncio clasificado) Ella me señaló donde se encontraba la barra y ahí lo vi. Esperaba encontrarme con el clásico angelito de  carita sonrosada y regordeta, cabello de rulos dorados, culito regordete (o pañal cuando menos..) alitas simpáticas y prístinas y su ya conocida mochila con flechas de amor. No obstante el desolador panorama que vi de un ángel con las alas sucias y llenas de humo de carro, con el cabello sucio que en un tiempo fue dorado, la cara lánguida y la piel seca y cetrina aunado a que en el cinto llevaba una pistola automática, me dio la idea del camino que tomaría la entrevista si no me sabía conducir con precaución.

–          Ehh… hola! Como está la vaina Cupido? Me puedo sentar acá?

–          Quién eres tú? Qué quieres?- me respondió con la mirada desorbitada y con aspecto de paranoide.

–            No nada, tranquilo. Vengo en son de paz! Verás, soy escritor de un blog y entrevisto a celebridades y personajes para      contar sus historias pues y me preguntaba si me permitirías hablar de ti en mi próximo post.

–          Ah, ya… eres el tipo que entrevistó al Lobombre… dale bro, siéntate. Tienes cigarros? Ya me bajé la caja…

–          No amigo, lo siento ya lo dejé! Pero pídele al de la barra, él se que tiene.

–          No!!! En la barra me están vigilando… por eso estoy aquí de incógnito, que nadie sepa que estoy aquí – Me respondió con más cara e’ loco que antes.

–          Ahhh… mira y cómo es eso que te están persiguiendo?

–          Tú no te has dado cuenta que se acerca el 14 de febrero? Todo el mundo tiene que ver conmigo y me culpa de sus desgracias!!  Por eso renuncié y ahora me dedico a esconderme hasta que haya material para poder sacar el pasaporte y salir de esta vaina!!

–          Ya va, pero tu no eres un angelito? Para qué necesitas pasaporte si solo necesitas volar al cielo y regresar a tu nube o donde sea?

–          Volar? Que, acaso estás metiéndole a la droga papa? No hermano, ya no se vuela al cielo si eres un ángel en servicio. Ahora tienes que agarrar un vuelo a Roma y de ahí agarrar un autobús hasta el vaticano para que puedas hacer audiencia con el papa y así es como te dejan entrar.

–          Ok, entiendo, pero mi punto es: porque te quieres ir así no más de acá?

–          Pana, ya la gente no cree en el amor! No hay dólares para comprar regalos ni materia prima para los chocolates, las flores se están resecando por el calentamiento global y los motorizados te llevan por el medio si estas a punto de cruzar la calle para encontrarte con una parejita!

Y fue cuando empezó a contarme la triste historia…

Yo solía ser un angelito de lo más simpático, así como me solían pintar en los retratos. La cosa iba bien hasta que empezó a aparecer el instagram, el facebook y las demás redes sociales y entonces cuando intentaba flechar a alguien solo me ponían un #FuckYouAngelito y vainas así. Me acusaron de acoso, de invasión a la privacidad, de abuso de autoridad. Me citaron a tribunales por flechar a la gente sin permiso y todo el mundo empezó a echarme en cara la culpa de sus fallas sentimentales! Como si yo tuviera la culpa de que un tipo se babeara por una prepago y pretendiera que le fuera fiel o la que se enamoró de un papeao de gimnasio y pretendía que el espejo fuera de ella nada mas… Pana, no es mi culpa que le echen el ojo a cualquier bodrio!!

El punto es que después la gente empezó a acusarme, fue cuando vino el gran boicot: unos que si diciendo que yo era un pasado de moda, que si yo con las flechitas, que si a perseguirme por ahí a darme patadas, echarme el carro, mujeres divorciadas queriendo matarme… las flechas se hicieron insuficientes y fue cuando tuve que buscarme a un jibaro que me diera una pistola para defenderme. Así que ahora los dejo y me voy pal’ carajo!! El que se quiera arrejuntar que lo haga y el que se quiera quedar solo como lata en puerta de licorería que lo haga! Ya hablé con el Niño Jesús, al que delataron en diciembre en una cadena, y vamos a pagar un gestor para que nos dé el pasaporte e irnos de acá.

 

Y en ese momento, la anfitriona se nos acercó y le dijo a Cupido que había un señor en la puerta preguntando por él. Después de su ataque de pánico, nos dimos cuenta que era un oficial de migración que venía con un muchachito (el niño Jesús) y le dijo que ya todo estaba arreglado, que cogiera sus vainas y que se iban ya.

El pasaporte falso decía que se llamaba Ilich…

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